¡Hola a todos!
Antes de traeros la siguiente reseña, me gustaría compartir con vosotros lo que ha sido para mí publicar. Como ya sabéis, mi novela se encuentra disponible en Amazon y actualmente estoy trabajando en la segunda parte de esta historia. ¡Espero poder daros más información pronto!
Antes de nada...
Lo primero es lo primero, hay que finalizar el manuscrito. Sin importar cuántas veces nos hayan pesado las palabras o cuántos años lo llevemos intentando, el primer paso es decir "Terminé". Normalmente somos nuestro peor crítico y lo que es un trabajo bien hecho, nos parece una bazofia, es por esta razón por la que este paso, a mi modo de ver, es el más complicado. De hecho, han sido varias veces las que he terminado esta historia y solamente una la que me he atrevido a compartirla.
Antes de pensar en nada, debemos cuidar nuestro manuscrito. Debemos controlar la ansiedad y la euforia de haber terminado y esperar un par de meses para realizar una lectura en profundidad, tras la cual, sería muy conveniente realizar una corrección tipográfica y de estilo. Sobre todo debe ser otra persona, porque aunque seamos grandes expertos de la palabra, no podemos ver ciertas cosas que no encajan en el texto, sencillamente porque hemos sido nosotros los que lo hemos escrito. Está en nuestra cabeza y siempre tendrá sentido. Tampoco debemos olvidar registrar la obra, bien puede ser enviándola al registro de la propiedad intelectual o mediante SafeCreative, os dejo el enlace en el que os expliqué qué era este genial sello.
No soy partidaria de los concursos literarios, soy de esas personas que creen que todos están arreglados antes del inicio de la convocatoria, aún así, no descarto volver a presentarme en un futuro medio, confiando en que las malas formas de algunos organizadores no se hayan extendido por todos los certámenes.
Búsqueda y captura de información.
Ahora comenzará un proceso que, en realidad, no termina nunca. Debemos buscar las editoriales a las que enviar nuestros manuscritos y a parte de esto, tenemos que encontrar comentarios y experiencias de autores reales con cualquier sello. Es cierto que en un mundo en el que hay cientos de autores, no es raro que proliferen como hongos las pseudo-editoriales que pretenden sacarte el dinero aprovechándose de tu ilusión: con buenas palabras te enganchan y es ahí cuando te dicen que debes hacer frente a X cantidad de ejemplares o peor aún, que no llegues a ver ningún fruto por tu esfuerzo. No debemos dejarnos embaucar, porque lo que está en juego es nuestro trabajo.
A mi no me convencía ninguna de las editoriales que habían contactado conmigo. Sobre la primera encontré que había estafado a numerosos autores y ya no solo quedándose el dinero, utilizando el nombre de la escritora sin su consentimiento para continuar vendiendo. También estuvo la opción de crowdfunding, esta última hubiera podido ser la mejor, pero no me sentía del todo capaz de conseguir que personas que no me conocían de nada invirtieran en mí. Meses después llegó Amazon.
La editorial.
A la hora de presentar nuestra obra a una editorial, lo que debemos hacer es redactar una carta de presentación y una propuesta literaria. Esto le da la oportunidad al editor de dar una primera impresión sobre el texto.
En la carta de presentación deben aparecer nuestros datos de contacto además de lo más relevante de nuestra carrera de escritor y un breve resumen de la obra.
Las características de la carta de presentación deben ser:
- Brevedad. Debemos hacerla tan corta como sea posible, que no supere las 300 palabras. Resumir, resumir, resumir. ¡No podemos escribir otro manuscrito para presentarnos!
- Vía electrónica. Hoy en día, en la era digital, casi parece impensable enviar una carta manuscrita y más a una editorial quienes reciben un volumen ingente de material. La mayoría de editoriales reservan un apartado para el envío de manuscritos o para el contacto.
- El tono. Tenemos que evitar que haya un tono informal en nuestra carta.
- Datos. Aquí adjuntaremos nuestros datos de contacto, así como nuestra web y redes sociales. Hoy en día es muy importante tener presencia en las redes.
Toma algo de tiempo, pero si vamos a enviarla es mejor hacerlo bien.
- También pondremos a quién va dirigida la carta, para que no lo vean como algo genérico, que no parezca el spam que eliminamos casi a diario de nuestra bandeja de entrada.
- Ya por último no viene mal dejar un espacio para un breve párrafo describiendo la obra que queremos presentar.
Si necesitáis una plantilla para redactar la carta, escribidme y os la enviaré.
Tengo que decir que fueron muchas las veces en las que creí que no llegaría a planteármelo. Muchas veces en las que creía que me pesaban demasiado los dedos como para terminar de escribir o que sencillamente las ideas no llegaban a mi mente o (peor aún) que las que llegaban no eran lo suficientemente buenas como para ver la luz.
Pues me equivocaba.
El camino es diferente, pero hay camino. No te das cuenta de que es la parte fácil, hasta que sales de ella y te encuentras con otra peor y seguramente después de esto, diré que no era para tanto... En este último año me he dado cuenta de que un trabajo constante es duro de mantener y que no siempre las ideas colaboran. Puede que lo complicado sea acercarnos al final de la meta y atrevernos a soñar; puede que lo difícil sea dejar un reto atrás y lanzarnos a la conquista del siguiente.
¡Por eso hoy os quiero animar a continuar escribiendo, sea cual sea el impedimento que os frena!
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